
Envejecer no significa dejar de moverse ni perder calidad de vida. Todo lo contrario: la actividad física adaptada y la fisioterapia personalizada son esenciales para mantener la autonomía y disfrutar de una vejez plena y saludable.
En Fisiomar, acompañamos a las personas mayores en su día a día, ayudándoles a conservar movilidad, prevenir caídas y mejorar su bienestar físico y emocional.
¿Por qué es importante la fisioterapia en personas mayores?
Con el paso de los años, el cuerpo atraviesa cambios naturales:
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Pérdida de masa muscular y fuerza.
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Disminución del equilibrio y la coordinación.
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Rigidez articular y limitación de movimientos.
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Mayor riesgo de caídas y fracturas.
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Enfermedades crónicas como artrosis, osteoporosis, EPOC o Parkinson.
La fisioterapia actúa directamente sobre estos factores, mejorando la funcionalidad y previniendo complicaciones.
¿Qué beneficios ofrece la fisioterapia geriátrica?
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Mejora del equilibrio y la marcha.
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Prevención de caídas mediante entrenamiento funcional.
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Fortalecimiento muscular adaptado a cada persona.
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Reducción del dolor articular (lumbar, cervical, rodillas…).
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Mayor independencia en tareas cotidianas (vestirse, levantarse, caminar…).
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Mejora de la calidad del sueño y del estado de ánimo.
Una persona mayor activa es una persona con más salud, seguridad y confianza.
¿Qué trabajamos en Fisiomar?
En Fisiomar desarrollamos programas personalizados de fisioterapia para mayores, según su condición física, estado de salud y objetivos individuales.
Nuestros pilares:
🔹 Valoración funcional completa: fuerza, movilidad, postura, coordinación, velocidad de marcha.
🔹 Ejercicio terapéutico adaptado: circuitos, trabajo de equilibrio, fuerza isométrica y resistencia suave.
🔹 Terapia manual para aliviar molestias musculares y articulares.
🔹 Educación en hábitos saludables: cómo levantarse, usar bastón correctamente, higiene postural…
🔹 Atención emocional: fomentamos el vínculo humano y la motivación.
Además, fomentamos la participación activa de la familia, para dar continuidad al trabajo en casa y reforzar la seguridad del paciente.
Indicaciones frecuentes de tratamiento
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Rehabilitación tras caídas o fracturas.
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Recuperación postoperatoria (cadera, rodilla, columna).
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Enfermedades neurodegenerativas (Parkinson, ictus, Alzheimer en fases iniciales).
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Artrosis, lumbalgias, rigidez cervical.
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Pérdida progresiva de fuerza o movilidad.
Cada caso es único, y nuestra atención también.
Conclusión
La fisioterapia no solo trata dolencias: previene la dependencia y promueve la autonomía. En la tercera edad, mantenerse activo y seguro es sinónimo de libertad.
En Fisiomar, apostamos por el movimiento como medicina. Acompañamos a nuestros mayores con cercanía, profesionalidad y compromiso para que sigan disfrutando de lo que más les gusta: su vida.
Porque nunca es tarde para moverse, vivir y mejorar.